La inflamación y el sangrado de encías son algunas de las afecciones bucales más comunes en la población española. Por su enorme incidencia, en ocasiones, se les resta importancia y son consideradas como algo natural. Sin embargo, el sangrado de la encía es el principal indicador de que la encía no está sana y debemos tratarla cuanto antes para garantizar la salud de nuestra cavidad oral y evitar la enfermedad de las encías.
Las encías sanas son firmes, de color rosa pálido y ajustan perfectamente alrededor de los dientes. Las encías se consideran enfermas cuando tienen un tamaño mayor al habitual, están hinchadas, rojas o moradas e incluso sangran y duelen. En la mayoría de las ocasiones, son los propios pacientes los que detectan estas irregularidades, ya que se pueden apreciar a simple vista y suelen causar molestias.